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My Little Pony: ¿Quién es el loco, yo o el resto del mundo?

Me puedo imaginar la cara que está ponyendo alguno, porque cuando me enteré de que había adultos que veían esto, yo me quedé igual. Sobre todo cuando un par de personas que conozco lo hacían.


Pero claro, yo no había visto ni un solo capítulo, así que tampoco podía decir que no me gustaba. Así que una vez acabadas las series que tenía empezadas me dispuse a empezarla. Me moría de curiosidad, pero jamás imaginé lo que iba a encontrar...


La primera imagen que le viene a cualquiera al oír "My Little Pony" es algo parecido a esto, no os culpo:



Esta serie ha tenido varias generaciones, cuatro para ser exactos. La creadora de Las Supernenas, Lauren Faust, es la mente tras la cuarta generación, que se llama My Little Pony: Friendship Is Magic (MLP:FIM). Sé que el nombre no ayuda a que me toméis en serio, pero no os vayáis todavía.


A esta mujer se le encomendó una misión en 2010. Crear una serie para niños pero apta para mayores. Buscaban un producto que no provocara en los padres un deseo irrefrenable de meterse agujas por los ojos. Decir que lo consiguió es quedarse corto.


Creó un fenómeno que revolucionó Internet. Fue algo sin precedentes. Los fans se contaban por miles y la alababan tanto niños como adultos. Surgió la comunidad de los "Bronies" (brothers + pony) que es una de las comunidades más activas de Internet, creando a diario muchísimo contenido: memes, vídeos, historias paralelas, teorías y demás. Cualquiera que acabe enganchado está de enhorabuena, porque con la cantidad de material fanmade que hay no te puedes aburrir.


Pero ¿Qué es lo que hacía falta para que esto ocurriera?. Ya lo dijo Walt Disney, no se puede hacer contenido dirigido exclusivamente para los niños, porque, al fin y al cabo, los adultos son niños que han crecido.



Uno de los mayores puntos a favor de esta serie es la perfecta construcción de personajes. No solamente porque son realistas, profundos, con preocupaciones, objetivos y evolución; sino porque no se limita a el elenco de protagonistas. Son seis amigas los personajes principales, pero muchos secundarios tienen sus propias historias, y sabiamente se les dedica el tiempo que necesiten para explorarlas.


Como ejemplo de un personaje bien llevado, en la serie Friends tenemos a Joey Tribbiani. Parece un personaje bastante simple. Es un mujeriego, que le encanta la comida y no es muy listo que digamos. Yo me preguntaba que cómo iba una mujer a enamorarse de alguien tan tonto, pero al ir avanzando vemos que el personaje tiene más capas, como los ogros y las cebollas (pero no como las tartas). Es bondadoso, divertido, sensible e incondicional con sus amigos... Cualquier persona sería afortunada si encuentra a alguien como Joey.


En MLP, el papel de Joey lo interpretaría Pinky Pie. Es "la graciosa". Tampoco es muy lista aparentemente, siempre gritando y con una boba sonrisa en la cara. Pero se verá en situaciones que la hagan, no sólo estar triste, sino depresiva y al borde de la locura. Vemos que siente y padece, que tiene un pasado y que su actitud no es así porque "alguien tiene que decir tonterías". Es una "persona" que ha dedicado su vida ha alegrar la vida a la gente. Probablemente tenga uno e los roles más importantes en el pueblo donde vive.



A donde quiero llegar es que una de las claves del éxito es crear personajes tridimensionales, para que la gente pueda empatizar con ellos. Tienen que ser personalidades realistas con reacciones naturales. Que parezca que puede haber gente así en la vida real.


Este tipo de cuidado en crear personajes de calidad es extraordinario, pero no se queda aquí la cosa. Han creado todo un universo con su propia Historia, que se rige por sus propias leyes, todo perfectamente hilado con mucho sentido común.


Pero sin duda, el mayor logro de esta serie es su valentía. En todas las historias hay misterios o cuestiones que resolver. Cómo conocí a vuestra madre me parece un ejemplo de cómo hacer las cosas mal. La serie me gusta, pero cuanto más avanzaba se volvía más y más absurdo lo de "y ese día le vi el tobillo a vuestra madre". Alargan la historia porque una vez que resuelvan el misterio se acabó la serie.


Aquí esto no pasa. Toman constantemente decisiones que no tienen vuelta atrás. Concluyen tramas y empiezan otras. El mundo se ve afectado por los cambios, tejiendo un argumento cada vez más rico en matices.


Por no decir que enfrenta de cara todos los conflictos que plantea. Por ejemplo, en este universo los ponis y los dragones no pueden convivir por la naturaleza violenta y codiciosa de estos últimos. Pero el mejor amigo de Twilight es un bebé dragón llamado Spike. Esta relación asumimos que es posible porque se ha criado entre ponis. Pero cuanto más crecen los dragones, más fuertes son sus instintos y más intensa su naturaleza.


A pesar de lo que yo esperaba, no evitan el tema y cuando la situación lo pide se habla al respecto. Y este es un mero ejemplo.



Yo he visto por lo menos un capítulo de casi todos los "dibus" de la actualidad. Los hay geniales, pero son la minoría. El grueso de las series infantiles o tratan a los niños como estúpidos o tienen un humor adulto que pasa desapercibido por el público al que en teoría van dirigidos (Hora de Aventuras o Gumball me encantan y me parece estupendo que niños las vean, pero yo creo que no tienen nada de infantiles).


El humor blanco se está perdiendo. Fuera de las películas de Disney o similares, está prácticamente extinto (dramatización) y es una pena.


Hay veces que la idea es buena, como en Monster High, que es una serie en la que los hijos de los monstruos más famosos van al instituto (fantasmas, vampiros, hombres lobo, el Yeti y tal), pero la ejecución es tan desastrosa que a pesar de que cada capítulo dura 10 minutos, jamás he logrado aguantar tanto tiempo viendo semejante bazofia.


MLP:FIM es una gran idea y magistralmente llevada a cabo, pero el envoltorio hace que la inmensa mayoría de la gente la juzgue sin haberla visto.


Como cualquier otra cosa, no le va a gustar a todo el mundo. Pero que hay calidad me parece algo objetivo. Moralejas y enseñanzas con cada episodio, y supera el Test de Bechdel con matrícula de honor y eso es algo de lo que no puede fardar la mayoría de lo que hoy consideramos como películas o series que todo el mundo debe ver. Podemos aprender mucho de My Little Pony: Friendship Is Magic.


Esta pequeña aportación es lo mínimo que podía hacer como Brony de pura cepa.






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